martes, 29 de mayo de 2012
GATICA
José María, fuiste barrio,
como un poema de Carriego,
fuiste Corrientes y Bouchard
y un cacho de Discepolín,
sí ¡fuiste tango!
No necesitabas el sábado
para llenar el ringside
y tu popular,
eras la noche de Buenos Aires
a mitad de semana,
a nadie le importaba madrugar,
eras la fiesta de los que no usan frac,
de los canillitas, que gracias a vos,
vendían más, eras la pizza y el fainá,
El Gráfico y el K. O. Mundial;
esas noches eran como el fútbol de los domingos
o como un Pellegrini o un Nacional,
eras la alegría de los pibes
que se subían al ring de Luna
a corear tu nombre,
ese grito de guerra,
esas ganas de vivir,
tus botitas celestes,
tu moño,
tu galera,
tu bastón,
tu bata
con los nombres
de Evita y Perón.
José María, me enseñaste tantas cosas…
Para mí sos como el fueye de Pichuco
O como un personaje de Godofredo…
¿Te acordás de Saráchaga y Moliere?
¿Cuándo te sentabas en el cordón de la vereda?
¿De tu perra de policía?
¿Del cine Vox?
¿De la feria de la calle Corro?
¿De tu vaturé?
¿Del rusito Palanike?
… El rusito Palanike…
Sabés, a vos te odiaban y te odian,
aquellos que lo único que saben es odiar.
¿Te acordás de los 17 de Octubre?
Bueno ¡vos fuiste y sos un cacho de 17 de Octubre!
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