CADAQUÉS
a la memoria de Jorge Smerling
No es cierto que el pájaro de la
piedad cante sin cesar sobre la indiferencia de alguien que duerme.
Cuando el pájaro de la piedad canta
nadie duerme.
Tampoco es cierto que la piedra
debajo de la cabeza del otrora bello muchacho sea una rosa de los vientos que
guía sus manos
ni que el resplandor de pájaros sea
brisa que acuna y que se haga canción para el no olvido.
Todo fue engaño, hasta los maravillosos
latidos de tu corazón de poeta.
Ya no lucirás tu blanca cabellera
bajo ningún pórtico.
Ya no visitaremos las enfermerías fatigadas por
largos y oscuros corredores ni veremos arrojar
jeringas en los infinitos basureros de los meaderos públicos ni oiremos a los
caballos de Aquiles relinchar, gemir, llorar,
golpear sus cascos sobre el asfalto de nuestra ciudad.
Ahora que no estás más conmigo ni con
nadie, hacia dónde marchara la poesía, ¿hacia la consumación?, ¿hacia el no
abismo?, ¿hacia la infancia de un lenguaje sin edad?
Ahora se hacen presentes aquellos que
nunca aproximaron una sola de sus manos enguantadas a las llamas de tu
infierno.
Ahora se ofrecen acompañar a Celia
para ir en busca junto con vos de la
pierna que Jacobo Fisjman dejó olvidada en una de las paredes del Borda y arrojarán
flores al mar para honrar tu Misa por los
árboles.
En ninguno de los hospicios que
orbitan en las pequeñas y grandes ciudades de nuestro pequeño y vasto universo,
vi a uno de ellos junto a tu lecho de agónico suicida.
Ahora todos te nombran y te invitan a sus festivales y a sus salones de
belleza y buenas costumbres
y vos como siempre te mostrás como un
animal antisocial
los privas de tu presencia que a
ellos tanto los emociona.
¿Qué será de esta bella gente ahora
que te fuiste para siempre?
¿Quién se ocupara de sus penas, de
sus lágrimas, ahora que los dejaste para
siempre?
Cuando se enteraron de tu muerte, me
preguntaron:
“¿Cómo fue, qué pasó?”.
Estaban muy ocupados en sus labores
burocráticas, muy ocupados.
¿A vos te parece que les tengo que
confirmar lo de la sobre dosis o que estabas cansado, muy cansado de esperar
una señal de Dios?
Les diga lo que les diga, ellos
decidieron por la sobre dosis.
Yo, por los no milagros, por la
ausencia de señales, por la indiferencia de Dios.
Decime: ¿Habrá fiesta hoy en
Cadaqués? ¿Qué dirán de nosotros los pescadores de Cadaqués, si no nos conocen?
VICTORIO VERONESE
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