miércoles, 30 de octubre de 2013

NUESTRA BODA



NUESTRA   BODA
                                                                                     a Carmen

Estás hecha para el rapto como Helena.
¿Qué prodigios descubriré en tu boca que no descubra en cada zona de tu cuerpo?
Yo también te veo luminosa como la luz en el ruido de las ciudades, en realidad, de mi ciudad.
¿Cómo  es posible que aún no sepas que fuiste concebida, como Betsabé, para embellecer mi poesía?
Si al caer la tarde, desde mi tejado, te hubiese visto bañarte desnuda, hubiera preguntado por vos y hubiera mandado al frente de batalla a aquel que te poseía.
Confieso que haré con vos, lo que Amnón hizo con Tamar, pero jamás te arrojaré de mi lado, no, te ofrendaré púrpura, azul, carmesí, maderas del Líbano, aceites y piedras de ónix y piedras de engaste y especias e incienso aromático y construiré varas con maderas de acacia para nuestro  carruaje de bodas y las revestiré con láminas de oro y en tus túnicas de lino  bordaré todos nuestros amores con  hilos de plata y recogeré uvas y manzanas y granadas para tu boca y flores para tu pelo.
¿Dónde celebraremos nuestra noche de bodas en tu lecho o en nuestro lecho?

                                                                                      
Victorio Veronese

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